LA NUBE BLANCA

2016-02-12

Siempre he deseado la estancia feliz, la morada perfecta sobre un planeta imaginado, e imaginario, en una nube azul.

No voy hablar de los nimbos celestes. Hoy no. En El cielo se dibuja una mancha inmaculada perfecta, algodonada, levitando mansamente sobre nuestras cabezas, haciendo un itinerario continuo, conjugando su movimiento con la intensidad de los vientos, filtrando y tamizando los rayos, que por descuido, se le pierden al sol.

Su lasitud continua describe un montón de formas, siempre constatadas o comparadas con volúmenes reales, un rostro, una figura, quizá un animal o una flor… todo ello en continuo movimiento hasta deshacerse para convertirse en otros nuevos signos, ejerciendo la magia de la creatividad y de la imaginación.

Soñar siempre fue el camino más corto, entre mi corazón y el vuestro.

Una nube blanca sobre un cielo azul, sustituye hoy, en mi atenta visión, a esa nube azul residente en un cielo gris.